Antón Martín

 

 

 

Este pequeño apartamento de 40 metros cuadrados estaba compartimentado en pequeñas estancias a las que no llegaba la luz.

 

 

El desvío de las instalaciones permitió dejar totalmente diáfano el espacio, independizando sólo el cuarto de baño. La luz inunda la estancia única, donde son los muebles y el cambio de pavimento los que definen los distintos usos.

 

 

El resultado: un pequeño apartamento para ser utilizado por turistas que deseen un alojamiento céntrico y muy funcional.

 

ESTADO ORIGINAL